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Balcanes, Basilio II, batalla de Kleidion, Bizancio, Bulgaróctono, El matador de búlgaros, Juan Skylitzes, Kleidion, Samuel
Basilio II fue emperador de Bizancio desde el 10 de Enero de 976 d.C. hasta su muerte en el año 1.025; era un hombre bajo, de complexión fuerte, que se desentendía de la pompa y ceremonia de la corte imperial y muy a menudo se presentaba vestido como un militar. Pero además, fue un administrador eficiente, caso único entre los emperadores, dejó repletas las arcas del tesoro. Era realmente adorado por sus tropas, pues pasó gran parte de su reinado en campaña con ellas, en lugar de gobernar desde los alejados palacios de la capital, como habían hecho muchos de sus predecesores. Llevó la vida de un soldado, hasta el punto de comer el mismo rancho, como cualquier otro miembro de su ejército, también se hacía cargo de los huérfanos de sus oficiales, dándoles hogar, alimento y educación, muchos de esos niños, serían luego sus soldados y oficiales, pues lo veían a él como a su padre. Basilio nunca se casó ni tuvo hijos conocidos, aunque fue muy mujeriego siendo joven, fue uno de los más grandes emperadores de toda la historia de Bizancio y uno de los personajes más destacados de la Europa medieval de los siglos X y XI.
Según las crónicas del historiador bizantino Juan Skylitzes, Basilio II también era un tanto cruel e implacable con sus enemigos, se cuenta que en el año 1.002 se desató la guerra contra Bulgaria y su Rey Samuel, por la recuperación de varios territorios, fue una cruenta lucha que asoló los Balcanes durante más de doce años, hasta que el 29 de Julio de 1014 Basilio arrinconó al ejército búlgaro y le obligó a luchar en la batalla de Kleidion, abatió a los búlgaros e hizo 15.000 prisioneros, pero lo macabro de esta historia, fue que no encontrando que hacer con tantos prisioneros, el descomedido Basilio ordenó dejar ciegos a la mayoría, pero que a 150 los cegaran de un ojo (tuertos) y los regresaran a su patria de Bulgaria, mandato éste que se cumplió cabalmente. En una aterradora marcha de retorno a su patria, cada 100 búlgaros prisioneros ciegos eran guiados por uno tuerto. Basilio pasará a la historia como el “Bulgaróctono”, es decir “El matador de búlgaros”. “En el país de los ciegos, el tuerto es Rey”
Autor: Jorge Luis Escalona Flores